A la hora de viajar con niños son muchos los factores a tener en cuenta. Las maletas aumentan de volumen y las previsiones ante cualquier cosa que pueda pasar hacen que estemos siempre alerta y con todo lo necesario a mano. Muchas veces dará igual si es en coche o en avión, si es a un destino cerca o no, los niños tienden a ser más sensibles a la hora de viajar.
El cansancio, los cambios de horarios, la alimentación que varía durante unos días… es algo que nos suele afectar a los adultos y en el caso de los más pequeños ocurre lo mismo, muchas veces de manera más visible. A esto debemos sumarle su inquietud por conocer cosas nuevas lo que muchas veces se traduce en bacterias que se introducen en su boca sin querer y horas jugando bajo al sol que los deja agotados y en muchas ocasiones con sus niveles de energía bajo mínimos. Con el fin de disfrutar de unas vacaciones de lujo en familia sin alteraciones será imprescindible preparar un botiquín para viajar con niños:
La flora intestinal es otra de las cosas a las que se les debe prestar atención. Los desajustes de horario y los largos viajes hacen que la flora intestinal pierda determinados microorganismos necesarios para un buen funcionamiento. Para mejorar su estado lo mejor es optar durante estos viajes por alimentos con alimentos o productos que incluyan probioticos como el yogur, el kéfir o el queso. Alimentos que no deben faltar en la dieta de los niños y que permite un sinfín de presentaciones.
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